Me he vuelto un convicto de tus noches.
He robado toda caricia, toda alegría de tus labios.
Y tú como cualquiera, has tomado con conciencia mi esperanza.
Y aunque poco lo parezca, somos el uno para el otro.
Compenetran tu alma y la mía como una. Uno somos los dos.
Sé uno mío, nada malo ocurrirá si estamos juntos.
Porque sé uno mío. Que somos uno, los dos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Todo mensaje ofensivo sera borrado inmediatamente, estos son comentarios moderados por la administradora del blog.