domingo, 31 de julio de 2011

Espejo

Escondiendo mi rostro por temor a ti, camino de puntillas solo para que no me notes presente. Por temor a la humillación que me haces sentir cuando me reflejo en ti, ya no se realmente que veo al mirar todos tus ángulos atraves de esos ojos como agua. Y te miento, ¿pero en realidad te miento? 

Espejo

lunes, 25 de julio de 2011

Complaciendote

ANOCHECE


¿A dónde se ha ido la claridad del cielo?
¿Descansara bajo un manto de estrellas?
¿Les ha dado el cielo a los amantes una cita con la luna?

ATARDECER

En mi cuarto la oscuridad
Y en la ventana el atardecer se asoma
Tímida entre las nubes va a ocultarse en la mar.

NECESIDAD

La necesidad de hacerlo,
Nuevamente posee mi mente,
Nuevamente mi alma.

TENGO DUDAS DE TI

Tengo dudas de ti, si.
También un poco de miedo
Y ahora voy de caída.

LA RAZON ES TODA TUYA

La razón es toda tuya
Cuando no, cuando si también lo es
La razón ES toda tuya.

BESOS

Como en el silencio
Oigo caer pétalos de rosas
Con raíz en tus labios.

La luna de esta noche ya no es solo luna

La luna de esta noche ya no es solo luna,
es cómplice furtivo de nuestro encuentro.
Y es que túrbida luna no tienes culpa
de este secreto.

Nadie es inocente,
eso nos incluye a ambos, con seguridad.
Esta luna que lo sabe todo, ¿sabrá
acaso de lo nuestro?

¿Guardara por compasión esta mentira?
Luna, que sigilosa nos has seguido
¿Lo contaras a las estrellas?
¿Y ellas a sus iguales?

Luna de esta noche nunca calles,
Para que jamás vuelvan a encontrarse 
a escondidas, nuestros corazones.
La luna de esta noche ya no es solo luna...

domingo, 24 de julio de 2011

Para ella el acto tranquilo por Samuel Beckett

Para ella el acto tranquilo
los poros sabios el sexo libre
la espera no muy lenta los lamentos no muy largos
la ausencia

al servicio de la presencia
algunos jirones de azul en la cabeza los vuelcos
del corazón
al fin muertos
toda la tardía gracia de una lluvia interrumpida
al caer una noche
de agosto
para ella vacía
él puro
de amor

sábado, 23 de julio de 2011

Las Rosas por Anacreonte





Derramemos el vino
sobre las rosas frescas,
que es flor de los amores.
Apuremos las copas
ciñendo nuestras sienes
con floridas coronas.

Entre todas las flores
la más bella es la rosa:
ríe la primavera
al romper su corola:
con ella se complacen
los dioses, y ella adorna
del hijo de la diosa Citerea
la cabellera blonda
cuando va con las Gracias
danzando en las praderas olorosas.

Ciñamos nuestras sienes, ¡oh Dionosos!
con floridas coronas,
y yo, cantando al eco de la lira,
danzaré entre las aras con la moza
de más alivio seno, coronado
de guirnalda de rosas.

viernes, 22 de julio de 2011

La belleza por Carlos Pintado

De nuevo amo y no amo
                                y deliro y no deliro
                                                        Anacreonte

La belleza que pasa como el sueño,
Fugaz, inabarcable, sin destino,
Se detiene un instante sobre el labio,
Descubre la mirada o el cabello,
Vuelve en oro la sombra, los ocasos,
Una frase de amor, un cuerpo amado,
Una rosa que enciende las tinieblas,
Un fuego que desciende de la noche,
Un alba silenciosa y ya lejana,
Un parque en donde estamos tan unidos,
Una calle de Roma o Inglaterra,
Un muchacho o muchacha que me aguarda,
Y este verso que escribo ya sin suerte:
"la belleza que pasa como el sueño".

jueves, 21 de julio de 2011

Pudiera ser por Alfonsina Storni

Pudiera ser que todo lo que en verso he sentido 
no fuera más que aquello que nunca pudo ser, 
no fuera más que algo vedado y reprimido 
de familia en familia, de mujer en mujer. 

Dicen que en los solares de mi gente, medido 
estaba todo aquello que se debía hacer... 
Dicen que silenciosas las mujeres han sido 
de mi casa materna... Ah, bien pudiera ser... 

A veces en mi madre apuntaron antojos 
de liberarse, pero, se le subió a los ojos 
una honda amargura, y en la sombra lloró. 

Y todo esto mordiente, vencido, mutilado, 
todo esto que se hallaba en su alma encerrado, 
pienso que sin quererlo lo he libertado yo. 

miércoles, 20 de julio de 2011

No sabes como me siento por Francisco Javier

No sabes como me siento
un sueño que fue maravilloso
hoy se acaba,
me siento vacìo y a la vez atado
en la melancolía.

no sabes como me siento amada mia
pero la soledad me acoje,
que tristeza, vaya suerte la mia.
que gran nostalgia.

pobre corazón herido
pero me pregunto,
si este amor murio;
si es asi dejare que el mismo mar,
se trague lo que un día llamamos amor....

martes, 19 de julio de 2011

Fragmentos de tu sonrisa

Solo fragmentos de aquella sonrisa, solo el olvido para la felicidad de aquella fotografía escondida en un baúl.
Es un secreto apasionado, lleno de sensaciones prohibidas hacia ti que me detienen al mirarte sumisa en el ayer.
Una caricia suspendida en el tiempo, que hace lamentarme no tenerte nunca más, tu mirada en cámara lenta suplicando no llegar a su fin.
Que tortura no volver a verte, ¡Dios, que tortura no poder tenerte!
Sentí tu felicidad contagiarme una vez más, pero ya no estás. Es cierto que ya no estás. 


Solo fragmentos de tu sonrisa, solo eso me queda…


Lluvia ya no te quiero

La lluvia moja mis recuerdos. Recuerdos que navegan en mis memorias. Fría como rio, desencadenando escalofríos en mi espalda.

Y no hay nada que recordar ya. Si en mi no yace memoria alguna de tu existencia. ¿Quién eres tú en todo caso? Algún fantasma de lo que era en ese entonces.

Muerto y enterrado fuiste en el pasado. Esperas, acaso que reconsidere tu regreso en mi memoria. No hay espacio ni tiempo para ti ni nadie más, vete y date vuelta en otra dirección.

Lluvia mojas más en mis recuerdos. Aun más que en aquellos tiempos, pero no te quiero lluvia. Ya no necesito tus gotas compasivas en mi rostro, ni el espacio que les daba obediente en mi almohada. 

Como quien oye llover por Octavio Paz

Óyeme como quien oye llover,
ni atenta ni distraída,

pasos leves, llovizna,
agua que es aire, aire que es tiempo,
el día no acaba de irse,
la noche no llega todavía,
figuraciones de la niebla
al doblar la esquina,
figuraciones del tiempo
en el recodo de esta pausa,
óyeme como quien oye llover,
sin oírme, oyendo lo que digo
con los ojos abiertos hacia adentro,
dormida con los cinco sentidos despiertos,
llueve, pasos leves, rumor de sílabas,
aire y agua, palabras que no pesan:
lo que fuimos y somos,
los días y los años, este instante,
tiempo sin peso, pesadumbre enorme,
óyeme como quien oye llover,

relumbra el asfalto húmedo,
el vaho se levanta y camina,
la noche se abre y me mira,
eres tú y tu talle de vaho,
tú y tu cara de noche,
tú y tu pelo, lento relámpago,
cruzas la calle y entras en mi frente,
pasos de agua sobre mis párpados,
óyeme como quien oye llover,
el asfalto relumbra, tú cruzas la calle,
es la niebla errante en la noche,
como quien oye llover
es la noche dormida en tu cama,
es el oleaje de tu respiración,
tus dedos de agua mojan mi frente,
tus dedos de llama queman mis ojos,

tus dedos de aire abren los párpados del tiempo,
manar de apariciones y resurrecciones,
óyeme como quien oye llover,
pasan los años, regresan los instantes,
¿oyes tus pasos en el cuarto vecino?
no aquí ni allá: los oyes
en otro tiempo que es ahora mismo,
oye los pasos del tiempo
inventor de lugares sin peso ni sitio,
oye la lluvia correr por la terraza,
la noche ya es más noche en la arboleda,
en los follajes ha anidado el rayo,
vago jardín a la deriva
entra, tu sombra cubre esta página.

lunes, 18 de julio de 2011

No eres tú, soy yo por Carlos Días

Podrás pensar que miento,

pero esto que pretendo de ti
no es cosa tuya.


No son tus dedos tiernos
inicio de mar indestructible.
no es tu soplo por el tiempo.


Lo que quiero de ti no está en tus manos
oculto entre los labios.
lo que busco en ti no he de tenerlo.


Si fuera tan solo tu mirada náutica,
que paso a paso,
codo a codo,
construye la palabra nunca.


Si eso fuera,
podría dejar de lado todos tus silencios
la geografía perfecta de tu pecho.
podría. Si eso fuera.


Lo que anhelo de ti,
esto que a veces olvida tu nombre.
no podrá tocarte jamás.


Aunque me vaya la vida,
lo que quiero de ti
es no quererte.

domingo, 17 de julio de 2011

A una dama por Antonio de Solís

Que me tuviste amor has confesado
cuando ya me condenas a tu olvido;
no me mataras, no, de aborrecido,
dejárasme morir de enamorado.



Haber perdido el bien después de hallado,
es peor que no haberle conseguido;
no es infeliz quien dicha no ha tenido,
sólo aquel que la pierde es desdichado.


¡Oh, nunca yo supiera que me amaste!
Pues juzga mi temor, o mi fineza,
que tu mudanza es culpa de mi dicha.
bien conozco de ti que te mudaste;
pero no sé culpar a tu firmeza,
como tengo más cerca a mi desdicha.

sábado, 16 de julio de 2011

Tu nombre por Octavio Paz

Nace de mí, de mi sombra,
amanece por mi piel,
alba de luz somnolienta.
Paloma brava tu nombre,
tímida sobre mi hombro.

El primer beso por Amado Nervo

Yo ya me despedía.... y palpitante


cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.


Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.
Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí... Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
-«Perdóneme, Señor esta alegría.»

Te espero por Mario Benedetti

Te espero cuando la noche se haga día,

suspiros de esperanzas ya perdidas.

No creo que vengas, lo sé,

sé que no vendrás.

Sé que la distancia te hiere,

sé que las noches son más frías,

sé que ya no estás.

Creo saber todo de ti.

Sé que el día de pronto se te hace noche:

sé que sueñas con mi amor, pero no lo dices,

sé que soy un idiota al esperarte,

pues sé que no vendrás.

Te espero cuando miremos al cielo de noche:

tu allá, yo aquí, añorando aquellos días

en los que un beso marcó la despedida,

quizás por el resto de nuestras vidas.

Es triste hablar así.

Cuando el día se me hace de noche,

y la luna oculta ese sol tan radiante,

me siento sólo, lo sé;

nunca supe de nada tanto en mi vida,

solo sé que me encuentro muy sólo,

Y que no estoy allí.

Mis disculpas por sentir así,

nunca mi intención ha sido ofenderte.

Nunca soñé con quererte,

ni con sentirme así.

Mi aire se acaba como agua en el desierto,

mi vida se acorta pues no te llevo dentro.

Mi esperanza de vivir eres tu,

y no estoy allí.

¿Por qué no estoy allí?, te preguntarás...

¿Por qué no he tomado ese bus que me llevaría a ti?

Porque el mundo que llevo aquí no me permite estar allí,

porque todas las noches me torturo pensando en ti.

¿Por qué no sólo me olvido de ti?

¿Por qué no vivo sólo así?

¿Por qué no sólo...?

miércoles, 13 de julio de 2011

Disertación de Cleopatra mientras amanece sobre roma por Kenia Leyva Hidalgo

César,
mientras en las noches te entregas
al delirio del vino y a las guerras,
esta hija del Nilo
burla la posición de tus antorchas,
el torpe sueño de los guardianes,
derrumbándose en las sábanas de Marco Antonio.
Allí comienzo a domar cicatrices y corceles de su pecho,
beso sus batallas perdidas,
agonizo ante sus lanzas y gestos de victoria.
A él también lo utilizo,
dispongo de su rebeldía.
Pero sus ojos, César,
son lo único que no me hace extrañar a Egipto,
por ellos corren todas las bestias de mi tierra.
En la madrugada
me despojo de leyendas
para que sus manos azoten la soberbia
y su lengua desnude mis palabras.
Amaestradas las fieras de mi cuerpo,
retorno sutil
para verte alabar a tus dioses,
concederles ofrendas
porque esta hija del Nilo
duerma apacible en tu lecho
mientras amanece sobre Roma.

Oleaje con espuma y esperanza por Bernardo Reyes

Los ecos corren tras la montaña,
ruedan estrellas cielo abajo.

La sábana húmeda del amanecer
sostiene los sueños de dos desconocidos
a punto de nacer:
furia de alacranes reprimidos;
ausencia de piel tibia y abrazos que no se abrazan.

En la frontal usurpación de almas
sólo la bandera de una mirada
podría establecer sus dominios:

el recuerdo de un oleaje con espuma y esperanza;
unos ojos que siempre se buscaron
y que jamás se encontraron.
¿Se puede memorizar al mar?

martes, 12 de julio de 2011

Por esta cordillera van tus ojos por Andrés Morales

Por esta cordillera van tus ojos
Convénceme que hoy ya no te encuentro 


ni estás en frente a mí que no me esperas 
Por esta cordillera van tus ojos.

lunes, 11 de julio de 2011

Mi silencio

El beso llegara con retraso, como un susurro olvidado en el tiempo.

Mi silencio, hará estragos en tu paciencia y no diré nada.

Pero eres libre, si era acaso eso lo que esperabas. 
Y no respirare mas tu dulce aroma, ni tu voz oiré por la mañana.

Lo sabrás en cada despertar, te lo dirán las sabanas de tu cama.
Que mi silencio será permanente, y que mis labios no dirán nada.

Sola entre tus brazos










"Si me ayudaras a recordar, porque te quiero tanto.
Si yo pudiese olvidar, aquel pasado amargo.
Creo podría pasar, mi vida, sola entre tus brazos."


domingo, 10 de julio de 2011

Nuestro amor es un recuerdo, un encuentro casi astral


Suelo no sentirme bien en las noches, pero encuentro calma escribiendo tu nombre.

Sola describo cuando me tocas, recordando cada trazo de tus manos en mi cuerpo.
Y camino descalza tratando de alcanzarte en mis sueños.
Sé que podemos entendernos, como dos almas gemelas en un encuentro casi astral.
Y me repites que me quieres, eso lo sé. Me lo has dicho tantas veces… 
Y me repito que no existes, eso también lo sé. Me lo he dicho tantas veces que parece que no entiendo.
Nuestro amor es un recuerdo, un encuentro casi astral.
Te siento tan consiente entre mis noches, como explicarme que es solo mi mente la que juega conmigo.
Me hago la inconsciente, me vuelvo casi ausente de mis propios actos.
Y es ahí donde te pierdo, nuestro amor es un recuerdo, un encuentro casi astral.

No me hacen falta

No me hacen falta las manijas, para controlar el tiempo.
Solo quiero que tus labios, me recuerden esos hechos.


Gesto Inútil por Any Lagos

Frente a la palidez de una estatua
rescato del incendio una pequeña llama
¿qué más sucederá que no haya sucedido?

esperamos la muerte simulando amar
la espalda de la mujer imprescindible
su  leve incandescencia de guirnaldas
que se deshacen al alba

en la sedosa desolación de un bosque
pondré mi corazón a rodar
con otro instrumento ejecutaré mi arte
o mi condena
o acaso termine contándome la leyenda
a la que asistió el último pájaro

doy vueltas giro
giro alrededor de no sé qué hueco
vida o laberinto

pero no
"no andaré por las calles hasta caer exhausta"
tensaré las cuerdas de un arpa en una esquina
y regresaré al recinto donde estuvimos juntos
tendiéndome como un naipe al revés

mientras los cementerios descansan.

Tierra

Que me trague por favor, que me trague la tierra en desprecio de mi vida. Que me olvide, que me borre de su vida.
Es inquietante como en los días me visto de hipocresía, no por ti, solo por mí. Con mi anestesia vuelco camino hacia la vereda sin salida.
Que me calle para siempre tierra, borra nuestra historia, vuelve a comenzar esta vida con otra. 

sábado, 9 de julio de 2011

Por mi bien

Lo sabia en secreto, lo presentí en silencio, lo calle también por mi bien. Te quise tanto que hasta solo ayer te recordaba en llanto.
No puedo creer que el tiempo pasara tan rápido y yo aquí te sigo olvidando. Sabía que sería difícil, pero hasta hace poco lo sabía y lo calle por mi bien.
Estas tan absorto en tu físico, narcisista ajeno a los sentimientos. Has tapado tus ojos con una venda, la venda de la vanidad.
Y yo lo sabía, lo sabia, pero calle por mí bien.

Los intrusos por Antonio Requeni

Otros recorren tus habitaciones.
Voces nuevas dispersan las cenizas
de lo que ya no existe:
el íntimo jardín, la áspera higuera,
en el cristal los flecos de la lluvia.
Julio Verne y Salgari se habrán ido
del viejo altillo de los trastos
y el reloj familiar dará las horas
quién sabe hasta qué mundos
ateridos de escándalos y muertes.
Eras espacio y tiempo. Eras la casa.
Los muebles, los retratos, los espejos,
y una canción que aún sigue perfumando
los latidos nocturnos de mi sangre.
Otros vienen y van por tus baldosas;
otros pies, otras manos, otros ojos
donde los míos siguen habitándote.
Fuiste a la casa de mi infancia.
No serás nunca de ellos, los intrusos.
No aflojarán tus patios sino el eco
de mi rencor y mi melancolía.

viernes, 8 de julio de 2011

At north farm for John Ashbery

Somewhere someone is traveling furiously toward to you,
At incredible speed, traveling day and night,
Through blizzard and desert heat, across torrents, through narrow passes.
But will he know where to find you,
Recognize you when he sees you,
Give you the thing he has for you?

Hardly anything grows here,
Yet the granaries are bursting whit meal,
The sacks of meal piled to the rafters.
The streams run with sweetness, fattening fish;
Birds darken the sky. Is it enough
That the dish of milk is set out at night,
That we think of him sometimes,
Sometimes and always, with mixed feelings?

jueves, 7 de julio de 2011

Lamentación del sin techo por Allan Ginsberg

Perdona, amigo, no quise molestarte. Pero volví de Vietnam Donde maté a un montón de caballeros vietnamitas. Algunas damas también. Y no pude soportar el dolor. Y de miedo cogí un hábito. Y pasé por la rehaz y estoy limpio. Pero no tengo lugar donde dormir. Y no sé qué hacer Conmigo ahora mismo. Lo siento, amigo, no quise molestarte. Pero hace frío en la calle. Y mi corazón está enfermo solo. Y estoy limpio, pero mi vida es un desastre. Tercera Avenida. Y calle E. Houston. En el paso peatonal bajo el semáforo en rojo. Limpio tu parabrisas con un trapo sucio.

miércoles, 6 de julio de 2011

Tu mirada por Walt Whitman

Me miraste a los ojos, penetrando,
en lo más profundo de mi alma.
El cristal azul de tus pupilas,
me mostraba, mi imagen reflejada.

Me miraste y pediste temblorosa
que un te amo, saliera de mis labios,
pero ellos ya no tienen más palabras
pues los golpes de la vida los han cerrado.

Me miraste y tu pelo se erizaba,
y una gota redonda en tu pupila
que brotó, de un corazón roto
y cayó recorriendo tu mejilla.

Me miraste y tu rostro empapado
me exigía una palabra, una respuesta,
y mentí diciéndote te amo
por ganar de tu cara una sonrisa.

martes, 5 de julio de 2011

Una vida de blanco

Es muy posible que me falte algo, espero no mucho. De tu cariño.

Me gustaría dedicarte mucho, de algo que yo llamo aprecio.

Quisiera escucharte decirme tanto, de eso llamado vida.
Si pudieras dejarme contarte, lo que deseo mostrarte.

No soy tan mala, si yo pudiera enseñarte. Mi amor, lo que puedo darte.

Bajo millones de brillantes estrellas, decirte cariño mío lo que sentimos.

Sacar de tus labios una vida entera. Mi vida, tu vida, la nuestra. Te amo.

Vestirme de blanco y seguirte, elegirte mi amor. Tenerte conmigo.

Te entregaría mi alma, lo blanco del cielo. Y un poco más que eso.

Contigo, conmigo bastaría cariño. Una vida de blanco, no me quejaría.

Mi vida es perfecta

Y  he vuelto confiada de la vida, llena de pocas experiencias.

Quiero hablarles ahora, decirles sobre lo mal que va mi vida, o que hace tortuoso mi día.

Puedo decirles tantos chistes, de cómo no entiendo lo que pasa.

¡Y yo he vuelto! He dicho que he vuelto, vacía de expectativas.

Cargada de tanta energía, y de un poco de ironía.

Porque mi vida, mi vida es perfecta.

Somos uno, los dos

Me he vuelto un convicto de tus noches.

He robado toda caricia, toda alegría de tus labios.
Y tú como cualquiera, has tomado con conciencia mi esperanza.

Y aunque poco lo parezca, somos el uno para el otro.
Compenetran tu alma y la mía como una. Uno somos los dos.

Sé uno mío, nada malo ocurrirá si estamos juntos.
Porque sé uno mío. Que somos uno, los dos.

Dime que sí por Rafael Alberti

Dime que sí,
compañera,
marinera,
dime que sí.

Dime que he de ver la mar,
que en la mar he de quererte.
Compañera,
dime que sí.

Dime que he de ver el viento,
que en el viento he de quererte.
Marinera,
dime que sí.

Dime que sí,
compañera,
dime,
dime que sí.

lunes, 4 de julio de 2011

La estrella por Rabindranath Tagore

EL río avanza, mansamente, abriendo la noche. Las estrellas, desnudas,
tiemblan en el agua. El río traza una línea de rumor en el silencio.



He abandonado mi barca al capricho de las aguas. Tendido cara al cielo
pienso en ti que duermes, extraviada entre los sueños.

Tal vez ahora me sueñes, amor mío de nocturnos, húmedos ojos estrellados. 


Pronto mi barca ha de pasar frente a tu casa, amor mío, extendida en tu sueño 
como un río. Talvez por mí palpite tu dormida boca entreabierta.

Llega una ráfaga de fruta y de jazmín. Este viento ha pasado por tu casa y en él
toco tu sueño y aspiro tu aroma y beso tu boca, amor mío que talvez ahora
andas conmigo, en un jardín, por tu sueño. Detrás de tu oreja, entre los cabellos,
húmedos del baño todavía, arde un jazmín, en tu sueño.
   

Dame la mano y mírame a los ojos, en tu sueño, amor mío, y suavemente,
arrástrame  al círculo mágico en que ahora, dormida, sonríes.
   

Ya veo, entre la sombra de la orilla, una lucecita que me mira con amoroso parpadeo.
Es tu casa: para mí la más dulce, la más cercana y lejana de las estrellas, amor mío.

viernes, 1 de julio de 2011

Poema 20 por Pablo Neruda

PUEDO ESCRIBIR los versos mas tristes esta noche.


Escribir, por ejemplo: "La noche esta estrellada, y tiritan, azules, los astros, a lo lejos."


Puedo escribir los versos mas tristes esta noche.
Yo la quise, y aveces ella también me quiso. 


En las noches como esta la tuve entre mis brazos.
La bese tantas veces bajo el cielo infinito.


Ella me quiso, aveces yo también la quería.
Como no haber amado sus grandes ojos fijos.


Puedo escribir los besos mas tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.


Oír la noche inmensa, mas inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.


Que importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche esta estrellada y ella no esta conmigo.


Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.


Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no esta conmigo.


La misma noche que hace blanquear los mismos arboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.


Ya no la quiero, es cierto, pero cuanto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.


De otro. Sera de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.


Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor y es tan largo el olvido.


Porque en noches como esta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.


Aunque este sea el ultimo dolor que ella me causa,
y estos sean los últimos versos que yo le escribo.