miércoles, 13 de julio de 2011

Oleaje con espuma y esperanza por Bernardo Reyes

Los ecos corren tras la montaña,
ruedan estrellas cielo abajo.

La sábana húmeda del amanecer
sostiene los sueños de dos desconocidos
a punto de nacer:
furia de alacranes reprimidos;
ausencia de piel tibia y abrazos que no se abrazan.

En la frontal usurpación de almas
sólo la bandera de una mirada
podría establecer sus dominios:

el recuerdo de un oleaje con espuma y esperanza;
unos ojos que siempre se buscaron
y que jamás se encontraron.
¿Se puede memorizar al mar?

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