domingo, 22 de mayo de 2011

One Shot "Laura"

La luz no me deja ver las estrellas, no puedo mirar el cielo nocturno. Suelto un suspiro al aire, “está haciendo frio” camino hacia mi closet en busca de un suéter café que me habían regalado en navidad; si, tiene una historia que no pienso contar. Aburrida sin poder ver el cielo, tomo mi diario y comienzo a escribir.
“Sábado 05 de Febrero a las 8 pm.
Querido Diario, no puedo dormir y la luz aun no me deja ver el cielo nocturno, solo quisiera despejar mi mente. Ayer conté con aquella voz para poder dormir y me dio cosquillas el corazón, lo quiero volver a ver.
Sábado 05 de Febrero a las 12 am.
Son las 12 am y aun no apagan la luz, pienso dar un paseo en bici, nadie me espera en casa”
Mi bici esperaba consciente de mi salida, la tome y fui a dar un paseo. Me alegre de encontrar un lugar en total oscuridad, por fin podre ver el cielo… Varias luces aparecieron a mí alrededor, luces agradables que flotaban, parecía cosa de magia. “Luciérnagas” sonreí al verlas “Es como tener a las estrellas a mi alcance” pasos se escucharon y las luciérnagas desaparecieron, camine devuelta hacia la bici pero no alcance a ella cuando escuche su voz, y me volvió a dar cosquillas el corazón… “¿Laura?” su linterna alumbraba mi rostro dejándome aturdida “Si, soy yo, ¿puedes apagar por favor tu linterna?” la luz no me deja ver su rostro “¿Qué haces aquí tan tarde? ¿No puedes dormir?” me acerque a él bajando lentamente su linterna “No podía ver el cielo, solo quería ver las estrellas” alce mis ojos hacia ellas “¿Quieres entrar?” negué lentamente “¿Puedo acompañarte?”…“Siempre lo haces” nos sentamos en silencio, tanto silencio que me hizo extrañar su voz. “¿Estás bien?” me urgía escucharlo “Si…” vaga respuesta que hizo arder mis ojos, me voltee hacia el mirando detallado su rostro iluminado por la luna “¿Siempre estás bien?” pregunte de nuevo requiriendo una disculpa “No, a veces lo estoy y otras simplemente no lo estoy” tome su mano, queriendo expresar todo solo con ese apretón… El arrastro su mirada hacia la mía y es de esas en las cuales te das cuenta que no existe el mundo a tu alrededor, solo existen los dos. Me inclino para alcanzar sus labios, el acaricia mi cabello tan delicado como siempre “Tengo algo que hacer en la mañana… ¿te acompaño a casa?” mi esperanza se evaporaba con cada rechazo, solo me quedaba seguirle el juego, asiento mientras él me ayuda a levantarme. Caminamos lentamente, el tomo mi mano y escuche lo que no hubiese querido escuchar jamás “Me voy Laura…” sostuve la respiración mientras pensaba en lo que había oído “¿A dónde?” le vi sonreír “Te voy a extrañar” y mis ojos comenzaron a llorar.
La alarma me despertó y me encontré llorando en la almohada, seque mis ojos y tome el celular que reposaba en la mesita de noche, marque su número pero callo su contestadora “Aló” suspire al ver que no tomaba el teléfono “Solo quería saber si todo estaba bien… bueno, te quiero... llámame cuando puedas” espere unos segundo mas “Adiós…”
“Domingo 06 de Febrero a las 7 am.
Querido Diario, creo que él se fue… y yo he quedado vacía sin el…”