Nadie sabe más del pájaro que la rama y cuando éste emprende el vuelo ella pinta su esqueleto de colores y sueña que es un ruiseñor y que le crecen alas por todos lados y entonces canta y cuando ella canta el bosque se estremece de emoción y hasta las piedras quieren bailar y hasta los ríos se conmueven con aquella melodía Nadie sabe más de la rama que el pájaro y cuando juega allá en la altura sueña con ser un árbol y que en sus alas anidan las alondras y los gorriones recién nacidos y que en sus huesos florecen astillas y que en el vientre de esas astillas se abrigarán los sueños de las pobres gentes.
martes, 9 de agosto de 2011
Ejercicio de viento por Mario Meléndez
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